En la actualidad, la prueba prioritaria en el diagnostico del cáncer de mama es la mamografía. Su objetivo es detectar el cáncer de mama en su etapa más temprana, antes de que se desarrolle cualquier síntoma, cuando la enfermedad es más fácil de tratar.

Cuando existe una sospecha radiológica, a veces hay que realizar otras pruebas de imagen para completar el diagnostico, como una ecografía o resonancia magnética de la mama. Las pruebas de imagen nos dan un diagnostico de sospecha radiológico, que siempre se ha de confirmar con la toma de una biopsia y su estudio histológico.

En general es el Radiologo el encargado de la toma de la biopsia, mediante una aguja especifica guiándose por radiografía, ecografía u otra prueba de diagnóstico por imagen. La finalidad es extraer un a muestra de tejido del área sospechosa, para que posteriormente el médico de anatomía patológica lo analice. Con frecuencia, se deja un pequeño marcador metálico en el sitio dentro de la mama para poder identificar el área con mayor facilidad en pruebas de diagnóstico o terapéuticas futuras.

Generalmente, cuando se hace un diagnostico de cáncer de mama en un estadio inicial de la enfermedad no es necesario pedir pruebas adicionales para el estudio de otros órganos, como tomografía computarizada (también conocida como tomografía axial computarizada, TC o TAC) o gammagrafia óseas.

Sin embargo, si existen indicios de que el cáncer podría encontrarse en una etapa más avanzada, se suele completar el estudio con este tipo de pruebas para descartar que otros órganos como pulmón, hígado o huesos estén afectados.

Tipos de cáncer de mama

Existen varios tipos de cáncer, tu médico/a ginecólogo/a de referencia te explicará y si quisieras más información sobre el tema podrás acceder a…

Este término se refiere a la proliferación celular maligna que ocurre en el interior del conducto mamario, sin traspasar la pared del mismo, es decir sin invasión o infiltración del tejido que lo rodea. Esto es lo que le diferencia del carcinoma infiltrante.

Puede ser:

  • Carcinoma ductal in situ o Carcinoma intraductal.En este caso las células tumorales crecen dentro de los ductos mamarios pero no tienen capacidad de salir de ellos. Puede considerarse una lesión premaligna.
  • Carcinoma lobulillar in situ.El crecimiento celular ocurre dentro de un lobulillo. En la actualidad esta lesión se considera simplemente un marcador que identifica a mujeres con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama invasivo.

Carcinoma in situ

Usamos este termino cuando hacemos referencia a la proliferación celular maligna que traspasa la frontera natural anatómica del ducto o el lobulillo, invadiendo el tejido circundante. Este tipo de tumores representa el 90% de los casos de cancer de mama. Los dos tipos de cáncer de mama invasivo más frecuentes son:

  • Carcinomas ductales: Se originan en las células que revisten los conductos galactóforos (conductos por donde circula la leche hacia el pezón). Es el tipo más frecuente, representando el 80% de los cánceres infiltrantes de mama.
  • Carcinomas lobulillares: Se originan en las células de los lobulillos mamarios, donde se produce la leche. Su incidencia es mucho menor, del 10%.

Carcinoma invasivo o infiltrante

El cáncer de mama inflamatorio es un tipo de cáncer de mama poco frecuente que se caracteriza porque las células tumorales bloquean los linfáticos de la piel de la mama, haciendo que ésta tenga un aspecto rojo e inflamado.

Es una enfermedad poco frecuente, que representa el 1 a 5 % de todos los cánceres de mama. A menudo se puede confundir con una infección de la mama, no suele causar un nódulo mamario, y puede pasar desapercibido en las mamografías; lo cual hace que sea más difícil de diagnosticar.

Todos los cánceres de mama inflamatorios comienzan como etapa IIIB ya que afectan la piel. Su tratamiento en la mayoría de los casos, empieza por tratamiento con quimioterapia, seguido por cirugía (mastectomía + linfadenectomia axilar). En estos casos la reconstrucción mamaria inmediata esta contraindicada.

El tratamiento local tras la cirugía se completa con radioterapia. El tratamiento hormonal y/o con medicamentos que tienen como blanco a la proteína HER2 dependerá de la expresión o no de receptores hormonales por las células tumorales.

Carcinoma inflamatorio de mama

Hablar de cáncer de mama metastásico supone hablar de un tumor que se ha extendido a otras partes del cuerpo, en general: pulmones, hígados, huesos y cerebro. Los síntomas varían dependiendo del órgano que se vea afectado.

Aproximadamente un 5 % de las mujeres con cáncer de mama presentan metástasis en el momento del diagnóstico. Otras las desarrollan cuando el cáncer de mama regresa después del diagnóstico y del tratamiento de la enfermedad en su etapa temprana.

El objetivo principal del tratamiento es mantener o mejorar la calidad de vida de la paciente. Con los tratamientos actuales el cáncer de mama metastásico se puede mantener bajo control durante años.

Puesto que las células tumorales se han diseminado a otras partes del cuerpo, la terapia sistémica es el pilar del tratamiento. Las opciones de terapia sistémica son las mismas que para el cáncer invasivo sin metástasis (hormonoterapia, quimioterapia y terapia dirigida contra HER2) junto con agentes biológicos como el bevacizumab o el everolimus.

La elección de terapia sistémica depende de la carga tumoral, del estado de los receptores hormonales, el estado de HER2, la urgencia de obtener una respuesta y los tratamientos anteriores y su efectividad.

La hormonoterapia es el tratamiento de elección para las pacientes con cáncer de mama metastásico que responde a las hormonas (ER+ y/o PR+). El tipo de fármaco a elegir dependerá del estado de menopausia y de la hormonoterapia anterior administrada.

En algunos casos, principalmente en pacientes con una única metástasis, puede utilizarse la cirugía. También se usa radioterapia para tratar las metástasis óseas y cerebrales.

Carcinoma Medular

El carcinoma medular de la mama representa el 3-5% de todos los canceres de mama. Se llama así por que su aspecto remeda a la médula o bulbo raquideo. Es típico de mujeres de edades entre 45-55 años. En general es un tumor que crece lentamente y no suele diseminarse a los ganglios linfáticos. Su tratamiento no difiere en general del carcinoma ductal infiltrante.

Carcinoma Tubular

Representa cerca del 1-2 % de todos los casos de cáncer de mama. Son tumores con células con forma de tubo que son de bajo grado. Suelen ser tumores pequeños sin afectación ganglionar. La edad promedio esta entre los 45 y los 65-70 años. Su tratamiento no difiere en general del carcinoma ductal infiltrante.

Carcinoma Mucinoso

Representa cerca del 2-3 % de todos los casos de cáncer de mama. Ese caracteriza por células anómalas que “flotan” en acumulaciones de mucina (moco). Suele afectar a las mujeres postmenopáusicas de 60 años o más.

Es un tumor con menos tendencia a extenderse a los ganglios linfáticos que otros tipos de cáncer de mama. Su tratamiento no difiere en general del carcinoma ductal infiltrante.

Enfermedad de Paget de la mama o pezón

Es un tipo poco común de cáncer de mama que afecta la piel del pezón. Por lo general, está relacionada con el carcinoma ductal in situ (DCIS) o el carcinoma ductal infiltrante.

Clínicamente puede parecerse mucho al eczema (piel muy seca) del pezón. Se puede acompañar de salida por el pezón de sangre o líquido amarillo. A veces el pezón se ve plano o invertido. También puede provocar sensación de ardor o comezón.

En general se trata como un eczema, si no existe mejoría del mismo se debe pensar en la enfermedad de Paget y tomar una biopsia del pezón para descartarla.

Su tratamiento implica la extirpación del complejo areola-pezón con mas o menos tejido mamario (mastectomía o cirugía conservadora) dependiendo de la lesión subyacente que exista. En caso de cirugía conservadora, esta ira seguida de radioterapia.

El pronóstico dependerá de la lesión subyacente que exista. Si no hay ninguna, su pronóstico es excelente.

¿Tener un cáncer de mama Her 2 positivo?

El HER2 (receptor 2 de factor de crecimiento epidérmico humano) es un gen que puede influir en el desarrollo del cáncer de mama. El gen HER2 produce las proteínas HER2 que son receptores en las células mamarias que ayudan a controlar la manera en que una célula mamaria sana crece, se divide y se repara a sí misma.

En el 25% de los casos de cáncer de mama, el gen HER2 no funciona correctamente y hace muchas copias de sí mismo (esto se conoce como amplificación del gen HER2), haciendo que las células mamarias crezcan y se dividan de manera incontrolable.

Este tipo de tumores tienden a crecer más rápido y es más probable que se extiendan y se vuelvan a formar, en comparación con los casos de cáncer de mama HER2 negativos.

Sin embargo, en la actualidad existen fármacos específicos para los casos de cáncer de mama de receptores HER2 positivos, como Herceptin (nombre genérico: trastuzumab).

¿Tener un cáncer de mama triple negativo?

Representan alrededor del 10 al 20% de los casos de cáncer de mama (más de uno cada 10). Son tumores en los que las células cancerígenas son negativas para receptores de estrógeno (ER-), para receptores de progesterona (PR-) y para HER2 (HER2-) en los análisis realizados. Los tres resultados negativos indican que el cáncer es triple negativo.

Esto significa que el crecimiento del tumor no está estimulado por las hormonas estrógeno y progesterona, ni por la presencia de demasiados receptores de HER2.

Por lo tanto, el cáncer de mama triple negativo no responde a la hormonoterapia (como tamoxifeno o inhibidores de la aromatasa) ni a las terapias dirigidas a los receptores de HER2, como Herceptin (nombre genérico: trastuzumab).

Son tumores que pueden ser más agresivos y difíciles de tratar. En general, requieren tratamiento con quimioterapia incluso en estadios iniciales de la enfermedad.