Este año desde Formación de Residentes de primer año se ha incorporado de manera obligatoria un curso sobre Género y Salud en nuestra OSI. Desde la formación médica, Enfermería, Psicología Clínica, Biología, y Farmacia Hospitalaria parece fundamental el incluir la formación de Género y Salud. En la mayoría de las sociedades las mujeres están en desventaja en relación a los hombres. En nuestro territorio las cifras sobre brechas de género muestran las desigualdades en todos los ámbitos de la vida pública y privada provocando inequidad de género que afecta a la salud de las mujeres y a su salud Mental.

El enfoque de género en la atención sanitaria y en Salud Mental persigue los principios de igualdad y equidad, como garantía de respeto y cumplimiento de los derechos humanos de las personas, mediante una valoración clínica no sesgada, que implica que no se aborde a pacientes de forma diferente por ser de uno u otro sexo. Existe cada vez más evidencia de que involuntariamente, y no conscientemente, las y los profesionales realizan menor esfuerzo diagnóstico y terapéutico con las mujeres en diversas patologías, y éste es un sesgo de género en la atención motivado por estereotipos sociales de género. Esto ocurre desde que la persona entra por la puerta de nuestra consulta, en la atención recibida, en los tiempos de espera, en las pruebas que se le realizan y en la valoración clínica y actitud terapéutica. Se debe aspirar a una clínica sensible a la morbilidad diferencial por sexos, y no hacerlo es otra modalidad de sesgo de género.

Este curso ha pretendido dar a conocer al personal sanitario conceptos básicos sobre diversidad sexual y de género. Estereotipos de género y mandatos de género que están presentes en nuestra sociedad. El personal sanitario debe mantener auto-observación y mirada analítica sobre su práctica para detectar, cuándo el sexo o las condiciones sociales del paciente o de la paciente, puedan provocarle actitudes estereotipadas que interfieran en las actuaciones clínicas que llevan a la inequidad. El concepto de salud integral debe contemplar la influencia del contexto social y de la experiencia subjetiva en las formas de enfermar, por tanto, no sólo se debe tenerse en cuenta lo biológico, sino también los factores psicosociales y de género, que determinan la salud de las personas.

Marga Sáenz Herrero – Psiquiatra. H.U. Cruces – Equipo Género y Salud

Bibliografía: Velasco Arias Sara. Recomendaciones para la práctica clínica con enfoque de género. Madrid: 2009

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