Dicen que una imagen vale más que mil palabras. No me siento con la autoridad de hacer semejante afirmación, pero sí quisiera ayudarme de una para poneros en situación de lo que vengo a contaros después. Y como no se dibujar, os la describo: Imagino a una vulva, sí, unos genitales femeninos, tumbada en un diván dispuesta a compartir y solucionar su sufrimiento psicológico. A su lado sentada y armada con boli y papel a una terapeuta que escucha atentamente. Escuchémosla todas.
Vulva: Solo soy unos genitales, una pequeña parte de una mujer. Y a pesar de mi menudez, cargo con gran peso.
Terapeuta: Cuéntame.
Vulva: Ay, ¿quién me ha visto y quién me ve? hace mucho tiempo yo era venerada por mis múltiples capacidades, las cuales sigo ostentando, pero el valor q se me otorga ahora es muy distinto. Se me representaba en pinturas rupestres, en famosas Venus desde los inicios de la humanidad. Estoy en catedrales, en solitario o expuesta en un cuerpo de mujer. Porque sangro sin muerte, traigo vida, a veces incluso dando la mía propia, soy placer. Por todo esto, yo era una Diosa.
Terapeuta: Continúa.
Vulva: La visión ha cambiado. Decidieron que yo era obscena, que prácticamente encarnaba el mal y todavía no nos hemos recuperado de este invento.
Para empezar, no se me llama por mi nombre, se desconoce. Soy Vulva, pero son los motes los que se escuchan. Incluso en un intento de respeto y tecnicismo, lo máximo que obtengo es un reduccionismo: vagina. Me llaman por una de mis partes. Y ¿qué parte? ¿Para qué sirve esa parte? ¿En referencia a quién? Te doy una pista: a mí no.
Terapeuta: Ya.
Vulva: Y ya que hablo de mis partes, qué decir del clítoris, maravilloso órgano, otorga placer a la mujer, cosa que al parecer resulta indeseable para esta sociedad. Son múltiples y muy variados los intentos por esconderlo y eliminarlo. Llegando incluso a la barbarie: la mutilación. Vamos, que sólo molesta el placer femenino.
Terapeuta: Prosigue.
Vulva: Actualmente la presión estética es tremenda. No me lo explico, ¡para lo poco que veo yo la luz! Mi pelo, tenerlo es natural, aunque ahora es reivindicativo o transgresor. Motivos para depilarme hay muchos, para que así, cada mujer elija a cuál asirse para retirar hasta el último vello. Desde las relativas belleza y deseabilidad a la irrenunciable pulcritud, limpieza y ausencia de olor. Uy, ¡por no hablar del tamaño de los labios menores! solo hay una posibilidad en el imaginario común, cuando en la realidad hay gran diversidad. Eso nos anima a la cirugía «estética».
Terapeuta: te escucho.
Vulva: No puedo cumplir con las exigencias de inodora, ausencia de flujo y lubricación. Y para intentar conseguirlo llego a enfermar. Desodorantes, limpieza compulsiva y sensación de asco incluso para la mujer a la que pertenezco. No me extraña, las mujeres crecen con mensajes constantes de que sus genitales no les pertenecen y son vergonzantes. No tocarme, no conocerme, que soy repugnante. Ojalá las mujeres tuviesen el mismo permiso que los hombres. Ellos conviven alegremente con sus genitales, y celebran los diferentes estados de turgencia de sus penes.
Terapeuta: Te entiendo.
Vulva: Ésta presión nos resta libertad, autonomía y disfrute. No entiendo el porqué, ¿qué pasa con las vulvas que no merecen el cariño y el buen trato al igual que sus homólogos?, si provienen del mismo origen embrionario, somos genitales, incluso compartimos funciones. Deseo ser escuchada y recuperar el espacio que merezco. Ay, qué bien soltar todo esto, me quedo como nueva. Otro día te cuento mis relaciones sexuales.
Terapeuta: Hasta la próxima.
Vulva: Le voy a decir a mi amiga La culo, lo a gusto que estoy contigo para que venga también.
Terapeuta: ¿La culo? ¿En femenino? Si el culo es universal, todo el mundo tiene culo.
Vulva: Si, pero parece ser que solo el de un grupo exclusivo tiene la carga de sufrir la presión estética, ser erotizable, usable y ha de estar al servicio de los otros. Agur.
Terapeuta: Agur.
Janire Miranda Bárcena. Matrona CS Kabiezes. OSI EEC
Ponente del evento Menopausia y climaterio (04/05/2023) accesible desde nuestro espacio en intranet
Colaboración con el Equipo de Género y Salud