La reproducción asistida es el conjunto de técnicas y tratamientos médicos que facilitan el embarazo cuando éste no se consigue de forma natural debido a problemas de fertilidad.
Actualmente, entre un 12% – 18% de las parejas que quieren tener un hijo padecen infertilidad.
¿Cuáles son las causas de la infertilidad?
Las causas de la esterilidad pueden ser femeninas, masculinas, mixtas y causa desconocida.
Femeninas:
- Factor uterino: miomas, adenomiosis, estenosis cervical, malformaciones, pólipos,sinequias
- Factor tubarico: obstrucción de una o ambas trompas.
- Factor ovocitario: endometriosis, baja reserva ovárica, síndrome de ovario poliquistico, anovulaciones.
Masculinos: oligozospermia (disminución de cantidad), astenozospermia (disminución de la motilidad), teratozospermia (disminución de espermatozoides con morfología normal), mezcla de los tres, e incluso azospermia (ausencia de espermatozoides).
Para determinar la causa se llevaran a cabo las pruebas diagnósticas necesarias. Con frecuencia no se encuentra una etología clara, este hecho puede resultar frustrante. Sin embargo debe señalarse que el objetivo de todo el proceso es conseguir la gestación con las técnicas de reproducción.
Factores que influyen en el resultado
Los factores que influyen en el resultado son los siguientes:
El éxito reproductivo está fuertemente relacionado con la edad materna puesto que la fecundidad o habilidad por producir ovocitos viables disminuye en el tiempo.
Usualmente, el primer signo de envejecimiento o inicio de la transición hacia la menopausia es la reducción de la duración de los ciclos menstruales debida a un incremento progresivo de la FSH y descenso de la AMH, que da lugar a un desarrollo folicular precoz y rápido sin tiempo a que cualquier folículo antral alcance el desarrollo necesario y adecuado.
Los recursos sanitarios son limitados de manera que se ha establecido los puntos de corte para la realización de las técnicas de reproducción asistidas con ovocitos propios:
- AMH ≥ 0.4 y ≤ 38 años la mujer
- Pacientes con 38 años y AMH ≥1.1
La obesidad en la mujer se asocia aun peor pronóstico en reproducción asistida: peor respuesta ovárica, mayor necesidad de medicación, tasas de embarazo más bajas y mayor riesgo de aborto. Además son bien conocidos los problemas del embarazo asociados a obesidad: mayor riesgo de hipertensión, diabetes, hemorragias, cesáreas y parto distócico así como feto macrosómico.
Por ello para acceder a las técnicas de reproducción el peso de la paciente debe corresponder a un índice de masa corporal por debajo de 36. Dicho índice tiene en cuenta la altura y peso.
Un índice de masa corporal superior a 36 impedirá acceder a las técnicas de reproducción asistidas.
Por otro lado la delgadez extrema es un factor pronóstico negativo asociado estadísticamente a un aumento del riesgo de parto prematuro.
En los varones, la obesidad está asociada al empeoramiento de la función reproductiva. Son múltiples los mecanismos por los cuales la obesidad puede afectar la fertilidad masculina pero pueden ser reversibles, si el individuo pierde peso.

- El tabaco: Las mujeres fumadoras presentan una mayor dificultad para lograr un embarazo espontáneo y la edad de inicio de la menopausia se adelanta respecto a las no-fumadoras. En hombres fumadores, el recuento y la movilidad seminal están reducidos, por lo general, un 20- 30%. Las parejas en las que el varón fuma más de 15 cigarrillos al día tardan más en lograr una gestación.
- El alcohol: El consumo de más de 25g de alcohol al día se asocia a irregularidades menstruales y a una reducción de la fecundidad de hasta un 50% con un menor número de ovocitos obtenidos, al desarrollo de embriones de peor calidad y a tasas de implantación más bajas.
- La marihuana: Peores resultados en los tratamientos FIV, asociados a un menor número de ovocitos y de embriones de calidad. En el hombre empeoramiento de la espermatogénesis y de la capacidad de fecundación de los espermatozoides.
- La cafeína: El consumo de más de 500mg/día perjudica la fertilidad femenina y retrasa la obtención del primer embarazo, mientras que el consumo de más de 300mg/día en los primeros meses de la gestación aumenta en 3 veces el riesgo de aborto. En el varón, no se ha asociado el consumo de cafeína con alteraciones de los parámetros del espermiograma.