De vuelta a casa
Al día siguiente de recibir el alta, tanto tu médico de atención primaria como tu enfermera de tu centro de salud recibirán una notificación informándoles de que has estado ingresado. Podrán acceder a la información de tu historia clínica y valorar si pueden ayudarte con algún elemento de tu recuperación.
Te recomendamos que, tras el alta, acudas esa misma semana a tu médico de atención primaria. Aprovecha esa consulta para revisar toda la medicación que debes tomar, cómo la tienes que tomar y hasta cuándo. No olvides consultar cualquier duda o incidencia que te haya surgido.
Consulta de seguimiento por el neurólogo
Para la mayoría de los pacientes, esta será la primera revisión con el neurólogo tras el alta hospitalaria, y suele realizarse aproximadamente a los 3 meses de abandonar el hospital. Esta consulta se realizará en el lugar (consultas externas/ ambulatorio), día y hora que te indican en el informe de alta.
Antes de acudir a esta consulta de seguimiento, recibirás la llamada de Consejo Sanitario para cumplimentar el último cuestionario.
¿Qué se hace en esa consulta?
- Revisión clínica de tu estado general
- Revisión, en su caso, de los resultados de las pruebas complementarias y solicitud de nuevas si es preciso.
- Control de los factores de riesgo, seguimiento de la medicación y valoración de los problemas que han podido surgir.
- Programación del seguimiento individualizado.
Consejos importantes
- Ejercicio diario: procura caminar al menos 30 min al dia.
- Dieta: Se recomienda limitar la ingesta de sal y seguir una dieta variada, baja en grasas y rica en frutas y verduras.
- Control de Tensión arterial: se recomienda mantener una TA < 140/85. Tu enfermera de atención primaria decidirá contigo el plan de seguimiento.
- Tratamiento farmacológico: es fundamental el cumplimiento del tratamiento indicado. Utiliza todas las medidas que tengas a tu alcance: calendario, alerta móvil, pastilleros…
- Hábitos nocivos: Evita el consumo de alcohol, tabaco y otros tóxicos. Consulta en tu centro de salud programas de ayuda.
Detectar y prevenir complicaciones
Las complicaciones más frecuentes tras sufrir un Ictus o una AIT pueden evitarse si tenemos en cuenta una serie de medidas preventivas:
Come despierto y semi-incorporado. Como pequeñas cantidades, sin prisa. Modifica la consistencia de los líquidos utilizando espesantes. Evita el uso de pajitas, es mejor tomar pequeños sorbos. De esta manera, estarás previniendo que la comida se vaya a la vía respiratoria y ocasione una neumonía.
Pon cerca los objetos de necesidad y teléfono. Retira alfombras, muebles auxiliares u objetos que faciliten tropiezos. Modifica el entorno del baño: barandillas, banqueta en la ducha, control de la temperatura ambiental… Facilita la movilidad con camas articuladas con trapecio.
Una adecuada postura de la extremidad superior es fundamental para prevenir este tipo de dolor. Procura mantener el brazo pegado al cuerpo y en cabestrillo y evita pasar tiempo sin mantenerlo apoyado y sin moverlo.
En pacientes inmovilizados o con escasa movilidad existe un riesgo de que aparezcan lesiones en zonas de la piel sometidas a presión. Para prevenir este tipo de lesiones, es importante:
- Mantener la piel limpia, seca e hidratada. Vigilar diariamente la piel, en especial prominencias óseas y zonas expuestas a humedad (incontinencia, sudoración excesiva).
- Es importante la movilización precoz, aprovechando las posibilidades de cada paciente. La realización de cambios posturales y la utilización de colchones y cojines especiales se individualizará en función de la movilidad.
- Asegurar un buen soporte nutricional e hidratación con una dieta variada rica en proteínas, vitaminas y minerales.
En caso de detectar zonas enrojecidas, induradas, ampollas y/o pérdida de la piel, consulta a tu enfermera del centro de salud.