Cáncer de próstata - Prostatectomía

El tipo principal de cirugía para el cáncer de próstata es la prostatectomía radical, en la que el cirujano extirpa toda la glándula prostática y una porción del tejido que la rodea, incluyendo las vesículas seminales y ganglios linfáticos.

Con este procedimiento se pretende eliminar la próstata y el tejido enfermo, para eliminar los síntomas derivados de la enfermedad. Se trata de un proceso curativo a largo plazo.

La operación se realiza utilizando un sistema robótico de intervención llamado “da Vinci”, y a través de varias pequeñas incisiones que se hacen en el abdomen.

Principales efectos secundarios

Falta de control de orina

  • Durante un periodo de tiempo limitado tendrás que llevar una sonda para la recogida de orina, pero una vez retirada lo habitual es pasar por un periodo de falta de control de orina.
  • El control normal de la vejiga habitualmente se recupera de manera gradual en varias semanas o meses, en etapas. El personal sanitario te recomendará realizar unos ejercicios que ayudan a recuperar más rápido el control de la orina.

Impotencia, dificultad para lograr mantener una erección

  • La actividad sexual también se puede ver afectada notablemente tras la intervención, ya sea de manera temporal o permanente.
  • Las erecciones son controladas por dos pequeños grupos de nervios localizados a ambos lados de la próstata. Durante la operación esos nervios se pueden ver dañados y provocar que deje de tenerse una erección espontánea. En caso de que suceda, tu médico te explicará los diferentes productos que existen en el mercado que ayudan a mejorarlo.

Variaciones de peso, transito intestinal, sensación de hinchazón

Son consecuencias habituales de la operación pero suelen desaparecer de manera espontánea con el paso del tiempo.

El resto de efectos secundarios aparecen recogidos en el consentimiento informado de la operación que te tendrás que firmar si estás de acuerdo con el tratamiento.

¿ Y ahora qué?

En este punto ya te habrán informado de tu enfermedad, del diagnóstico y de las alternativas de tratamiento; habrás tomado la decisión de operarte, e iniciado el proceso de tratamiento quirúrgico.

Además de la intervención, este tratamiento se completa con una serie de consultas de seguimiento hasta que el urólogo considere que se puede dar el alta definitiva. Por norma general, este proceso tiene una duración total de entre los 5 y 10 años.

A continuación te explicamos los pasos que tendrás que dar en el desarrollo de tu tratamiento.

  1. Consulta de anestesia: en la que se valora si tu situación física es la adecuada para realizar la intervención. Esta consulta suele realizarse unos meses antes de la fecha de intervención.
  2. Consulta pretratamiento: Es una consulta con tu urólogo de referencia del Hospital para valorar la idoneidad de la intervención quirúrgica y aclarar dudas.
  3. En la fecha y hora que te notifiquen acudirás a  la intervención y permanecerás varios días ingresado en planta de hospitalización de urología.
  4. Durante las próximas 2-3 semanas tendrás varias consultas de enfermería para revisar el estado de los puntos y las heridas quirúrgicas, así como para retirar  la sonda urinaria.
  5. Aproximadamente 45  días tras la intervención tendrás la primera consulta de seguimiento con tu urólogo del hospital, para ver cuál es tu evolución general, debiendo haberse realizado ya el primer análisis de PSA.
  6. La siguiente revisión médica y de enfermería la tendrás a los 3 o 6 meses, en función de tus resultados en la prueba de PSA.
  7. La siguiente consulta de seguimiento planificada será a los 6 meses.
  8. Si la evolución es favorable, se mantendrán revisiones anuales de seguimiento hasta cumplir los 5-10 años de la intervención.
  9. En las siguientes páginas se detalla cada una de estas consultas.

Itinerario

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