A raíz del desabastecimiento de dispositivos de ventilación debido a la crisis del Covid-19, desde Italia se pone en marcha una iniciativa para la ventilación no invasiva de pacientes a través de máscaras de buceo de Decathlon “EasyBreath”. Desde los servicios especialistas en ventilación del Hospital Universitario Cruces y su instituto de investigación Biocruces Bizkaia, se realiza un análisis de este tipo de dispositivos para su uso como dispositivo de ventilación. En el mismo participan los profesionales del Servicio de Anestesia y Reanimación, la Dra. Rosa M. Gutierrez, y de Neumología, el Dr. Valentín Cabriada. Cuentan con el apoyo técnico de Rubén García, de la Unidad de Innovación, y con la coordinación científica del instituto de investigación, por parte de Eunate Arana.
El procedimiento de análisis consiste en adaptar las máscaras de buceo, mediante una válvula impresa en 3D, al sistema de generación de O2 y aire medicinal hospitalarios, “reconvirtiéndolas” en un sistema CPAP: un dispositivo que proporciona una presión positiva continua de aire durante todo el ciclo de inspiración/espiración, evitando el colapso alveolar y aumentando el reclutamiento de alveolos participantes en el intercambio gaseoso.
Debido a la disparidad de configuraciones realizadas por los diferentes grupos de investigación, se plantea un estudio independiente para evaluar la eficacia del sistema, más allá de la necesidad específica actual en el Hospital Universitario Cruces, planteándose como ejercicio de ayuda a terceros y generación de conocimiento.
En el estudio se prueban diferentes configuraciones:
1. Alto flujo con válvula Boussignac de presurización. Sistema en paralelo mediante el cual por un lado generamos alto flujo de mezcla de oxigeno (30lpm) y aire (30lpm), y por el otro presurizamos mediante válvula Boussignac, para una generación de CPAP estable y eficaz.
2. Alto flujo sin válvula Boussignac de presurización y con válvula PEEP para generar la CPAP. Sistema en paralelo mediante el cual generamos alto flujo de mezcla de oxigeno (30lpm) y aire (30lpm) en inspiración, con un sistema de estrangulación, para una regulación de la presión en máscara, mediante válvula PEEP en expiración.
3. Sistema simple con válvula Boussignac de presurización y filtro antimicrobiano. Válvula de Boussignac conectada a Oxigeno (30lpm) y Aire Medicinal (30lpm).
La necesidad de generar tasas elevadas de flujo de gas medicinal pretende compensar la demanda ventilatoria del paciente, es decir, su pico-flujo inspiratorio. En nuestro caso, superamos claramente la demanda de un voluntario sano sin insuficiencia respiratoria. Se monitoriza la presión mediante manómetro colocado en la salida de la máscara. Las conclusiones generales son las siguientes:
– Con el uso de válvula Boussignac se consigue una presurización del sistema más eficaz, pero en cualquiera de los casos poco estable (variaciones mayores a 2cmH2O).
– Sin válvula Boussignac no conseguimos mantener presión estable, se detectan grandes oscilaciones. La válvula Boussignac es básica para acelerar el flujo y conseguir unas presiones adecuadas. Sin esta válvula el sistema no es aconsejable.
– Estamos presurizando de dentro a fuera de la máscara y este dispositivo, diseñado con otra finalidad, parece estar preparado para trabajar de forma contraria (con la presión del agua de fuera a dentro). Esto provoca una fuga de aire que no permite una estabilización de las presiones necesaria para la correcta ventilación del paciente. Una mejor adaptación y sellado podría evitar las fugas y permitir una presurización adecuada.
Como se indicaba anteriormente, se entiende el uso de este dispositivo, no diseñado para la clínica, como recurso compasivo ante la falta de material médico validado durante la crisis del Covid-19. En cualquier caso, se advierten de las limitaciones a través de las conclusiones de estudio.
En todo caso, matizar también que la fabricación de piezas de conexión tiene que estar también validada. En la actualidad, existen procesos y materiales que regulan la fabricación de este tipo de piezas, asegurando la biocompatibilidad y validez para su uso como un componente en dispositivos de ventilación. En nuestro caso, hemos contado con la ayuda en el diseño de ajuste y fabricación de las diferentes piezas a través de la empresa vasca Mizar Health.