La Estrategia de Investigación e Innovación en Salud 2020 ha alcanzado un alto grado de cumplimiento en sus primeros años de vigencia. Así lo acredita el informe de evaluación intermedia, que constata que en el ecuador de la estrategia casi 9 de cada 10 acciones previstas están en marcha.
El viceconsejero de Salud del Gobierno Vasco, Iñaki Berraondo, junto a la directora de Investigación e Innovación Sanitarias, María Aguirre, ha presentado hoy ante la Comisión de Salud del Parlamento Vasco el documento de revisión intermedia de esta estrategia, la primera que aborda específicamente el fomento de la investigación y la innovación en el sistema sanitario, con un doble objetivo: mejorar la salud de la población y contribuir al desarrollo socioeconómico.
El informe sobre la Estrategia iniciada en 2016 constata el avance en los 4 ejes estratégicos -Impacto, Integración, Personas, y Recursos-, y en todos los objetivos previstos. Más de la mitad de las 57 acciones planteadas se encuentran ya implementadas o en fase avanzada de desarrollo.
Entre los principales avances destacan:
- El liderazgo del área biociencias-salud RIS3 Euskadi y el desarrollo de proyectos colaborativos.
- El desarrollo de proyectos de innovación abierta, generados desde el propio sistema sanitario (programa Baliosasun), y el apoyo a terceros en materia de innovación (programa Innosasun), destacando especialmente el ámbito de dispositivos médicos.
- La coordinación de actividades de los Institutos de Investigación Sanitaria, incluida la vigilancia competitiva.
- La mejora en sistemas de información y herramientas para facilitar el desarrollo de I+D+i y la integración con la labor asistencial.
- El posicionamiento europeo.
- El compromiso con el sello Human Resources Excellence de la Unión Europea.
- El aumento de la inversión para I+D, en particular del Departamento de Salud y Osakidetza, con un aumento superior al 23% en los últimos años.
Como parte de la estrategia también se ha completado el mapa de entidades de I+D+i del sistema sanitario, en torno a 5 entidades (bioef, bioaraba, biocruces-bizkaia, biodonostia y kronikgune) que constituyen un único sistema.
El despliegue de la estrategia ha acompañado y reforzado la capacidad investigadora e innovadora del sistema sanitario. Entre 2015 y 2017 se constata:
- Un aumento superior a 17% en inversión en actividades de I+D.
- Un incremento de 66% en la captación de financiación competitiva, debido principalmente a la estructuración y gradual profesionalización de los centros de I+D+i.
- El aumento (5%) en el número de investigadoras e investigadores principales, siendo especialmente destacable el hecho de que el 49% de ese personal sean mujeres. En lo que concierne al relevo generacional, cabe resaltar que el porcentaje de menores de 40 años se ha incrementado desde el 5% de 2010 al 20% en 2017.
- Una mejora de la calidad de la actividad, que se refleja en el crecimiento de la tasa de éxito en convocatorias competitivas, y en el aumento de las publicaciones científicas de mayor prestigio (casi un 4%).
En total, a día de hoy, el sistema sanitario vasco contabiliza más de 2.000 proyectos de Investigación y Desarrollo de todos los tipos: básico, clínico, epidemiológico, en servicios de salud, etc…
Asimismo, el sistema sanitario se está convirtiendo en un socio relevante de apoyo a terceros en innovación, habiendo prestado respaldo a un total de 95 entidades vascas, más del doble que en 2015. Al mismo tiempo, un total de casi 300 ideas o proyectos de innovación se han originado en el seno del propio sistema sanitario vasco, que actualmente dispone de una cartera tecnológica de 36 desarrollos de distinto tipo.
El viceconsejero de Salud ha señalado que las actividades de investigación y la innovación son una demanda social innegable, y que su «plena integración en la práctica habitual del sistema sanitario, la interacción y cooperación con otros agentes, países y regiones, y la mejora en los resultados obtenidos está en nuestras manos, para impactar en una mejor calidad de vida y bienestar general».