Desde 1998 se celebra el Día Mundial del Asma. La participación ha aumentado con cada Día Mundial del Asma que se celebra desde entonces, y el día se ha convertido en uno de los eventos de educación y concienciación sobre el asma más importantes del mundo.
El Día Mundial del Asma está auspiciado por la Global Initiative for Asthma (GINA), y respaldada por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica y la Guía Española para el Manejo del Asma (GEMA).
Esta iniciativa pretende concienciar a la población sobre la repercusión que tiene esta enfermedad en quien la padece y la posibilidad de tenerla bajo control, llevando una vida saludable sin limitaciones. Desde el año 2008 hasta la actualidad, el lema ha sido «Puedes Controlar tu Asma» y pretende estimular a los pacientes a tomar parte activa en el control de su enfermedad.
El asma es uno de los trastornos crónicos más frecuentes. A nivel mundial afecta a 334 millones de personas de todas las edades y es un importante reto de salud pública. En nuestro país el asma afecta a 1 de cada 20 adultos y hasta a 1 de cada 10 niños. La prevalencia y el impacto del asma están incrementándose de manera notable en las regiones urbanizadas, en relación con cambios ambientales y estilos de vida. Además, esta patología repercute notablemente en el rendimiento escolar y laboral de las personas que la sufren.
El asma se lleva el 2% de los recursos de la sanidad pública, dado que el 70% de los asmáticos no tiene bien controlada la enfermedad. Una de las causas de este mal control es consecuencia de un desconocimiento por parte del paciente de la patología que padece, de su cronicidad y de la importancia de tomar su tratamiento de forma correcta y a diario. En este sentido la falta de adherencia al tratamiento y la mala técnica de los inhaladores son hallazgos frecuentes, datos de especial importancia en la que los profesionales sanitarios tenemos que incidir.
La Unidad de Asma Grave, en el Hospital Universitario Cruces, pretende mejorar este mal control, no sólo con medicación específica de la que se pueden beneficiar este subgrupo de pacientes graves como son los tratamientos biológicos, sino también con programas de educación estructurados.
Además, los buenos hábitos de vida y un entorno saludable son fundamentales, especialmente durante la infancia. En este sentido, la exposición al humo de tabaco en la infancia y en el embarazo y la contaminación ambiental influye en los síntomas asmáticos.
Para promover este día mundial del asma la GINA utiliza la palabra STOP para indicarnos que hay que parar el asma, para promover un buen control de esta patología. La palabra STOP está compuesta por las siglas de una serie de palabras que dan las claves de cómo se puede parar o controlar el asma:
Por todo ello, debemos trasmitir a nuestros pacientes asmáticos que el asma se puede controlar con la medicación adecuada, el seguimiento y la educación de los pacientes y la familia, pudiendo conseguir una buena calidad de vida.
Servicio de Neumología y Servicio de Alergia.